Enfoque
La participación de las mujeres en el deporte profesional y amateur es un gran logro de la historia del feminismo (CBM, 2022). Pero es importante reseñar que la participación de las mujeres en la esfera deportiva sigue siendo inferior a la de los varones. Como expone la abogada deportiva Irene Aguiar (2023), todavía hoy, el porcentaje de licencias de mujeres en las federaciones deportivas españolas es el 23%. Las mujeres representan una minoría en el deporte profesional.
Las deportistas profesionales, incluyendo las olímpicas, son discriminadas en número de patrocinios, prestigio, reconocimiento e incluso remuneración en premios y sueldos, si se las compara con sus contrapartes varones (CBM, 2022). Encuentran precarización del mercado profesional deportivo femenino, menos campañas publicitarias, así como discriminación en el reparto del poder de clubes, federaciones y organismos deportivos.
Se hace especialmente complicado mantener la carrera deportiva durante los primeros meses y años de crianza. La situación empeora si no existe corresponsabilidad en los cuidados o se trata de unidades familiares monomarentales.
El lenguaje sobre el deporte manifiesta androcentrismo al contraponer entre deporte y deporte femenino. La correcta contraposición sería deporte masculino y deporte femenino. Asimismo, el lenguaje de los medios de comunicación reproduce estereotipos sexistas, como la cosificación sexual de las deportistas.
Como destaca la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres, Reem Alsalem (2024), las deportistas sufren formas de violencia machista como la exclusión, el abuso sexual, el acoso sexual y por razón de sexo, el control coercitivo, normas sexistas de vestimenta y ataques online.
La principal garantía de igualdad en el deporte son las categorías deportivas basadas en el sexo, que sirven para garantizar la competición justa entre personas de iguales condiciones. Esta separación por sexos posibilita el “Fair Play” o “Juego limpio”, principio fundante de la competición deportiva. Si no existiesen categorías diferenciadas por sexo, se perpetuaría el androcentrismo, al situar al varón como norma principal y relegar a la mujer fuera de juego en un ecosistema deportivo diseñado a la medida del varón (CBM, 2022).
En la actualidad, aflora una nueva causa de discriminación de las mujeres en el deporte: la participación de personas trans que son hombres biológicos, adulterando el conjunto de la competición. Varias mujeres son expulsadas de la competición o pierden de forma injusta sus posiciones.
Junto con el deporte profesional, hemos de reflexionar también sobre el deporte femenino no profesional (recreativo o escolar). Las sociedades contemporáneas protegen la actividad física de toda la ciudadanía, pues se considera necesario para preservar la salud. Las políticas de igualdad en el deporte deben fomentar y estimular la práctica deportiva femenina, enfrentándose a las normas de género que tradicionalmente han excluido a las niñas y a las mujeres.
Según el Colectivo de Mujeres de Boston (1976), a los niños se les anima a jugar activamente, sin preocupación por los golpes y los llantos, mientras que a las niñas se las socializa para no hacerse daño, ser menos activas físicamente, evitar el deporte de contacto y el esfuerzo físico. También desincentiva a las niñas observar que las mujeres deportistas obtienen mucho menos prestigio y dinero que los hombres. La sociedad promueve la idea de que el deporte no es para las mujeres y alienta el prejuicio despectivo de “tiras como una chica”, en tanto que los chicos se enseñan entre ellos proezas físicas y se animan entre sí a la práctica deportiva.
Durante la adolescencia se produce la mayor tasa de abandono del deporte femenino. Los roles de género fomentan que los hombres realicen los esfuerzos físicos y las mujeres se abstengan de ellos. Uno de los frenos al ejercicio es la vestimenta femenina, que dificulta el movimiento. En la vida adulta, la falta de tiempo provocada por la maternidad es el motivo más alegado por las mujeres para abandonar la actividad física (CBM, 2022).
Los espacios exclusivos para mujeres tienen un papel importante en la actividad física femenina, puesto que ofrecen a las niñas y mujeres una oportunidad para iniciarse en el deporte sin sufrir ansiedad por el desempeño o por la forma de su cuerpo y sin sentirse observadas por los hombres (Colectivo de mujeres de Boston, 1976).
Tamara González López
Comentó el 22/11/2024 a las 13:17:59
Buenos días, Tasia
Muchas gracias por tu análisis y por condensar los diferentes problemas a los que las mujeres deportistas deben hacer frente a lo largo de su carrera y al rol que los medios de comunicación tienen en ello.
En el podcast “Divulvadoras de la Historia”, en uno de sus capítulos resaltaron la historia y evolución de las raquetistas con Olatz Gonzalez Abrisketa, investigadora sobre ese colectivo. Precisamente, apuntaban a que, pese al éxito internacional que habían logrado, el franquismo se encargó de ir eliminándolas como deportistas por no encajar con el modelo de mujer que pretendían y, de forma indirecta, para eliminar los referentes femeninos a las nuevas generaciones. Personalmente, creo que contar con referentes femeninos es clave para incentivar la profesionalización del deporte femenino. Aunque no acaben en una carrera profesional, ¿crees que contar con referentes femeninos facilita que las mujeres realicen actividades deportivas y, al llegar a esa complicada etapa que es la adolescencia, haya un menor abandono de la actividad física?
Disculpa el texto tan largo, pero me ha resultado muy interesante tu comunicación. Muchas gracias!
PD. Por proporcionarte otro ejemplo que quizás ya conozcas, recientemente Carolina Iglesias reivindicó en su programa en la Cadena Ser, “Ni tan bien”, al hilo del balón de oro a Rodri y las portadas de los medios que se adulaban de que “por fin un Balón de Oro fuese para España”, que ya había dos jugadoras españolas que habían ganado antes dicho Balón de Oro. A consecuencia de ello, sus redes sociales se inundaron de mensajes negativos. Ella respondió desde el humor y la reivindicación feminista, pero me plantea la duda de ¿qué pasaría si esos comentarios los recibe o los lee una adolescente?
María Merino Fernández
Comentó el 21/11/2024 a las 12:34:24
Muchas gracias por la ponencia y por abrir este simposio, la verdad que nunca había participado en el y es todo un descubrimiento.
Como deportista de alto nivel (que fui) y entrenadora, trato de fomentar esta igualdad, y en mis entrenamientos hay chicos y chicas entrenando juntos y creo que es la base para la completa integración.
Creo que hay un aspecto que podría entrar también como causa de desigualdad a nivel profesional que está relacionado con aspectos que comentas y son los horarios y días de las competiciones así como las retransmisiones de las mismas en los medios. Hay muchos deportes que las finales masculinas son los domingos y las femeninas son los sábados. Hay que apostar por esa igualdad.
El lenguaje, tal y como dices, ¿por qué se dice fútbol y fútbol femenino? esto ocurre en los medios de comunicación.
Mi pregunta es ¿crees que en la educación reglada se puede ir cambiando esta visión? desde los profesionales de la EF por ejemplo.
Muchas gracias
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