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«Este, que ves, engaño colorido»: las redes sociales en Internet bajo el prisma del Barroco

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Cristina Pérez MúgicaUniversidad de Burgos

Enfoque

Introducción y objetivos

Aunque el concepto de Barroco ha recibido múltiples definiciones, existe una premisa acerca de su naturaleza que ha suscitado un acuerdo bastante general: no se refiere a un mero estilo artístico, sino a una cosmovisión que determina todas las esferas de la vida y el pensamiento occidentales durante el siglo XVII y, en algunos casos, hasta bien entrado el XVIII. La ruptura de los límites constituye un elemento básico para comprender esta manera de concebir el mundo y el sistema cultural que la acompaña. Hablamos de un desmoronamiento de las fronteras materiales y simbólicas que delineaban las creencias imperantes y ofrecían las certezas fundadoras del orden establecido. Este derrumbe vino dado por hechos de notable envergadura, como los descubrimientos geográficos, los avances en diversos ámbitos de la ciencia, los cambios que alteraron las jerarquías socioeconómicas y el cataclismo religioso que ocasionó la Reforma protestante. Esta serie de acontecimientos causó una profunda crisis que llevó a cuestionar la consistencia misma de la realidad, de los sujetos que la habitaban y de los principios que sostenían las relaciones entre ellos. De aquí surgen las nociones clave que se manifiestan en la literatura y las artes plásticas del periodo: elipsis, artificio, desengaño, paradoja, dinamismo, metamorfosis y heterogeneidad.

La difuminación de los límites fijos que también marca la edad contemporánea resulta de circunstancias que guardan similitudes obvias con las que modelaron la episteme barroca, hasta el punto de que podrían verse como un desarrollo de estas. Por ello, autores como Eugenio d’Ors, Arnold Hauser, Jean Rousset, Severo Sarduy, Omar Calabrese o Gilles Deleuze han defendido la persistencia de lo barroco a través del tiempo y han puesto de relieve sus vínculos con la época actual. Estos antecedentes justifican nuestra ponencia, en la que buscamos conectar rasgos propios del universo que han creado las redes sociales en Internet con ideas y fenómenos que presiden la era barroca.

Metodología

A la hora de mostrar los aspectos del Barroco que nos interesan, acudiremos, sobre todo, a la literatura, aunque sin descuidar otros campos importantes para nuestro estudio, como la religión, la política, la filosofía y las artes plásticas. En lo que atañe a la indagación sobre las redes sociales, nos valdremos de los planteamientos que aportan disciplinas como la sociología y la antropología. De este modo se intentará componer una visión amplia de los temas abordados.

Discusión y resultados

Al examinar las conductas y las formas de expresión que dominan las redes sociales, observamos concomitancias llamativas con ingredientes medulares del ethos barroco: las identidades aparecen como objetos maleables y las relaciones humanas, como espectáculos teatrales; se desdibujan las líneas que separan lo verdadero de lo ficticio; y la imagen se convierte en el medio de comunicación predilecto. Estas coincidencias posibilitan el hallazgo de pasarelas que unen el presente con el siglo XVII. Por ello, una interpretación en términos barrocos de las redes sociales puede enriquecer el análisis de una realidad que emblematiza el tiempo en que vivimos.

Preguntas y comentarios al autor/es

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      Álvaro Ramos Ruiz

      Comentó el 22/11/2024 a las 13:52:54

      Estimada Cristina. Sin duda, me parece un trabajo muy original e interesante. Enhorabuena. Bien es cierto que, a lo largo del tiempo, la identidad y estética barroca ha permanecido como una referencia, por encima de otras corrientes artísticas también muy relevantes, como el Renacimiento o el Romanticismo. ¿A qué puede deberse esta permanencia del Barroco tantos siglos después? Muchas gracias. Un saludo

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        Cristina Pérez Múgica

        Comentó el 22/11/2024 a las 19:19:04

        Estimado Álvaro:
        Agradezco su interés por mi comunicación y su comentario acerca de ella. El tema de la persistencia del Barroco da mucho de sí; existen diversas maneras de abordarlo y todas o la mayor parte de ellas ofrecen conclusiones valiosas. Para ir a lo esencial, y aun a riesgo de simplificar las cosas, me quedaría con la idea de que el Barroco supone un punto de inflexión en la historia de Occidente. En aquella época se originaron o se consolidaron varias de las claves que justifican lo que ha venido ocurriendo desde entonces en los ámbitos del arte, de la cultura, de la política, del pensamiento… Creo que, en buena medida, somos descendientes de la era barroca; de ahí que nos reconozcamos en ella con tanta facilidad.
        Muchísimas gracias por su pregunta; confío en que mi respuesta le parezca útil. Un saludo cordial.

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      Jorge Martín García

      Comentó el 21/11/2024 a las 17:26:23

      Buenas tardes, Cristina:
      Me ha encantado tu intervención. Todo muy claro y muy bien estructurado. Quisiera hacerte una pregunta relacionada con las oportunas conclusiones de la comunicación. Tal como indicas, a pesar de las similitudes existentes entre el periodo barroco y la postmodernidad, parece que en este último caso hay un triunfo del relativismo, mientras que el individuo barroco nunca abandonó una serie de certezas. ¿Es posible explicar este fenómeno por la relación de la cultura barroca con la Reforma católica, frente al contexto más laico en el que se ha desarrollado la sociedad postmoderna?
      Muchas gracias y enhorabuena por tu valiosa exposición.

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        Cristina Pérez Múgica

        Comentó el 22/11/2024 a las 09:50:24

        Estimado Jorge:
        Muchísimas gracias por escuchar mi comunicación; me alegro de que te haya gustado. Efectivamente, una de las diferencias más radicales entre el siglo XVII y la posmodernidad tiene que ver con la cuestión religiosa. En buena medida, el relativismo de nuestra época se deriva de la proclamación nietzscheana de la muerte de Dios. Frente a ello, la cultura ligada al Barroco y a la Reforma católica lleva consigo una exaltación grandiosa de la idea contraria: la existencia indiscutible de la divinidad. Esta creencia proporciona la garantía de que el mundo y la vida humana obedecen a un plan y a unos principios que les dan sentido. Por ello, aunque se duda de la capacidad del ser humano para aprehender las claves del universo, no se instaura un escepticismo nihilista.
        Espero que mi respuesta se ajuste a lo que preguntabas. Muchas gracias por tu comentario.
        Un saludo cordial.

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          Jorge Martín García

          Comentó el 22/11/2024 a las 09:54:13

          Muchísimas gracias por tu respuesta, Cristina.
          Un saludo cordial.

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      Adelaida Sagarra Gamazo

      Comentó el 21/11/2024 a las 16:59:00

      Buenas tardes Cristina. Tu ponencia me ha resultado muy sugerente porque abordas un tema tan valiente como poner en valor la realidad como objeto de contemplación, análisis y estudio superando la cultura del avatar. La mención a sor Juana Inés de la Cruz me ha encantado. Indudablemente si hay un barroco elevado a la enésima potencia este es el barroco mexicano, que aúna lo español con los gustos y destrezas indígenas, mestizaje que ella misma utilizó en sus escritos ya que era bicultural. Me admira que hayas podido mostrar conexiones entre dos tiempos tan distintos -el siglo XVII y el XXI- y sintetizar conclusiones. Valoro especialmente las aportaciones bibliográficas que has hecho. Me gustaría saber como se podría articular un proceso de desenmascaramiento en el "gran teatro del mundo" ya que estamos ante una paradoja: sostenibilidad y ecología plantean la naturaleza y sus leyes como asuntos reales mientras los actores se enmascaran en sus relaciones de comunicación por la red.
      Muchas gracias y un saludo

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        Cristina Pérez Múgica

        Comentó el 22/11/2024 a las 08:58:44

        Estimada Adelaida:
        Muchísimas gracias por sus amables comentarios sobre la comunicación: me alegra que le haya parecido interesante. La cuestión que plantea condensa algunos de los mayores problemas que afrontamos en la actualidad. Creo que existen respuestas diversas para ella y que todos los campos del conocimiento pueden contribuir a resolverla. En lo que respecta al Barroco, pienso que hallamos una solución valiosa en una idea clave de la época que Sor Juana transmitió de un modo perfecto en el “Sueño”: el alma nunca debe renunciar a la búsqueda de certezas firmes y, para esta gran aventura, han de armarse con todos los saberes que ha forjado la especie humana desde la Antigüedad. Los intelectuales del siglo XVII se aferraron a la creencia de que, bajo los engaños y las ilusiones de la realidad visible, se ocultaban unas verdades y unos principios que conferían sentido al mundo; tal vez podríamos recuperar algo de esta convicción.
        Muchas gracias por su pregunta. Un saludo cordial.

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      Laura Hernández González

      Comentó el 21/11/2024 a las 12:29:47

      Buenos días:
      En primer lugar, quisiera darle la enhorabuena por su presentación, que me ha resultado muy enriquecedora. También quería preguntarle si cree que este neobarroquismo en el que nos hayamos inmersos se ha trasladado también a la creación literaria. Muchas gracias.
      Un saludo.

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        Cristina Pérez Múgica

        Comentó el 22/11/2024 a las 07:49:17

        Estimada Laura:
        Muchísimas gracias por su comentario. La cuestión que plantea es muy oportuna e interesante, pues cabría decir que la literatura ha contribuido de un modo clave al resurgimiento del Barroco en nuestra época; sin duda, los vínculos entre la cultura del siglo XVII y las obras de escritores contemporáneos han influido en la forja del concepto de neobarroquismo. Esto se aprecia con gran claridad en la literatura hispanoamericana, donde existen grandísimos adalides y representantes del neobarroco. Solo en Cuba, destacan figuras de la talla de Lezama Lima, Carpentier, Sarduy y Arenas; también habría que recordar al argentino Néstor Perlongher, que acuñó el término “neobarroso” para designar el neobarroco rioplatense, y al chileno Pedro Lemebel.
        Puede afirmarse que las obras de estos y otros autores ponen de manifiesto el linaje barroco de tendencias culturales e ideológicas que definen nuestro tiempo.
        Espero que mi respuesta le parezca útil. Muchas gracias de nuevo.

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      Irene López Rodríguez

      Comentó el 21/11/2024 a las 11:55:24

      Me ha encantado su comunicación porque, efectivamente, los conceptos del oscurantismo barroco se pueden aplicar perfectamente a las redes sociales. Me preguntaba si ha pensado en exponer su trabajo en talleres en secundaria e instituto porque serían un hermoso puente entre la clase de literatura (tan denostada últimamente) y el mundo tecnológico (que tanto apasiona y del que (ab)usan) los jóvenes.

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        Cristina Pérez Múgica

        Comentó el 21/11/2024 a las 13:02:02

        Buenos días, Irene:
        Muchas gracias por escuchar mi comunicación y por su amable comentario acerca de ella. La idea que propone me parece estupenda. La Universidad de Burgos colabora con institutos, de modo que, tal vez, encontremos aquí una vía para hacer llegar el tema a estudiantes de bachillerato; como usted, pienso que les resultaría atractivo y que podría invitarlos a reflexionar sobre lo que implican el uso y el abuso de la redes sociales.
        Muchísimas gracias de nuevo.
        Un saludo cordial.


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