Enfoque
Introducción
El docente del siglo XXI se enfrenta a seres, incluido él mismo, a quienes los egos embarullados precipitan hacia conductas reactivas. Escasean despertares proactivos que exhalen amor. Partimos de la premisa de que todos educamos, no solo las familias y los docentes. Si bien, los educadores tenemos el deber y privilegio de promover el cuestionamiento de todos aquellos patrones sociales estériles que están necrosando el sentido de la vida.
La mente inventa banderas, partidos, religiones, ideales de cualquier índole, fragmentando así nuestro planeta. Una humanidad que juega a ser dios, retando incluso a la naturaleza, a la que infravalora como maestra. Un camino de exterminio nunca podrá acercarse al amor. Y si todo empieza en uno y en la educación, el amor resulta pues un tema pedagógico ineludible.
Lejos de vivir, como creemos, en vanagloriadas democracias, más afinado sería hablar de partidocracias. Un inagotable número de reformas educativas que, salvo cambio de nomenclaturas, no implica ninguna transformación sustancial, más allá de una mediocre batalla de egos políticos, creyendo acertar con sus dos míseros cambios de guión.
Moramos en una sociedad obtusa que sepulta la dignitas hominis, la cual desoye a la humanidad arrojándonos al abismo atroz de las guerras. Una sociedad pueril, exenta de madurez interior artífice de discursos abominables no por su lingüística, sino por su famélica dignidad moral y espiritual. Somos pregoneros de un ego fermentado que avinagra la humanidad.
Discusión
A lo largo de la historia uno de los lemas de la educación ha sido que sirve para adaptarnos a la sociedad que habitamos. Pero, ¿cuál es el sentido de adaptarnos a una sociedad enferma? No podemos educar solo para adaptarnos, sino para sanarnos.
El amor como motor humano constituye un eje inexorable en nuestra madurez personal. De hecho, los grandes educadores son sublimemente amorosos. No me refiero a una conducta empalagosa y sentimentalista, sino a un comportamiento afectuosamente consciente.
En términos populares, relacionamos el amar con la querencia, el pasteleo, la pasión, el apego, la filia o la posesión. Desde la neuroeducación, amar podría interpretarse como un proceso de autocuidado psicosomático. Partiendo de una pedagogía más consciente, amar es lo opuesto al ego, por lo que, para educar en el amor, inevitablemente, hemos de educar la atención contemplativa sobre cada movimiento de nuestra mente tramposa.
Conclusión
La medicina es el autoconocimiento. Es la materia de la que está hecha una educación más consciente. El autoconocimiento es el comienzo de la inteligencia. Diluye el miedo y abre las puertas al amor. No se trata de cultivar el amor, sino de acceder a estados de conciencia velados por el ego. El autoconocimiento es un camino para trascender el ego. Por lo que, si educamos en autoconocimiento estaremos educando en el amor. No olvidemos que los educadores enseñamos aquello que nosotros mismos hacemos para autoeducarnos.
María-Araceli Pérez-García
Comentó el 25/11/2024 a las 10:09:04
Estimada Trinidad:
Te felicito por tu interesantísima disertación.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en tus planteamientos.
Con respecto a los educadores, comentas: “los grandes educadores son sublimemente amorosos. No me refiero a una conducta empalagosa y sentimentalista, sino a un comportamiento afectuosamente consciente”.
Esta idea se podría considerar muy alejada del famoso refrán: “Le letra con sangre entra”, el cual apoyaría un estilo autoritario en la educación. Considero que en la educación ha de estar presente el amor, en el sentido que has reflejado en tu frase anteriormente expuesta. Como decía el gran filósofo Aristóteles: “Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto”.
En tu perfil has reflejado que viajaste a Dinamarca y a Alemania para conocer en profundidad el método de “Escuelas Bosque”.
Me pregunto si en España has conocido algún método educativo que potencie el autoconocimiento, pues, tal y como has indicado en tu trabajo: “Si educamos en autoconocimiento estaremos educando en el amor”.
Enhorabuena por tu valiosa aportación, me ha gustado mucho.
Muchas gracias.
Saludos.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 25/11/2024 a las 18:38:57
Qué bonitas palabras, Araceli.
Antes de nada gracias por tu comentario.
En relación a tu pregunta y bajo este paradigma educativo, la meditación fue una de las primeras metodologías pedagógicas. No es levitar, ni dejar la mente en blanco. Meditar significa contemplar, comprender sin la dualidad de la mente. Sin juicios. Muchos sabios orientales, principalmente de la Era Axial, lo practicaban. La meditación nos predispone a una escucha silenciosa y al autoconocimiento.
Comparto contigo mi último ensayo en el que profundizo sobre ello: "Conciencia, morada del amor": https://www.trinidadlara.com/conciencia-morada-del-amor
Estará a la venta en las próximas semanas en www.hiareseditorial.com, www.trinidad lara.com, y Amazon, entre otros. En esta obra hay referencias bibliográficas muy interesantes para tan complejo tema y su relación con el propio autoconocimiento.
La Universidad Autónoma de Madrid lleva muchos años investigando en lo que denominan Pedagogía Radical (temas pedagógicos de raíz, atemporales y esenciales en el ser humano como el ego, la muerte, el amor, la conciencia, ...entre otros) Te paso en el enlace de nuestro grupo de investigación: www.pedagogiafc.com
Seguimos en contacto. Un abrazo
José Luis Monreal Reyes
Comentó el 23/11/2024 a las 00:16:19
Hola Trinidad, coincido con tu conclusión de que "la medicina es el autoconocimiento". Ya que el saber quién eres, te da la pauta para llegar a la conciencia y en definitiva a la inteligencia. Pero lo más importantes es que a través del amor el miedo desaparece cada vez más, así como el ego . Tengo una pregunta... desde tu visión ¿quién es el que debe cultivar la necesidad del autoconocimiento, el maestro o el alumno?
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 23/11/2024 a las 09:08:54
Qué bonita pregunta, Jose Luis.
Desde este enfoque o paradigma todos educamos: docentes, familias, medios de comunicación, es decir, la ciudadanía en su conjunto. Ahora bien, desde mi punto de vista, quien cultiva ha de ser siempre uno mismo desde y hacia el mundo. Y es en este punto de apertura en el que como docentes podemos ser catalizadores de ese autocuidadado, pero cada uno ha de cuidar su huerto. Solo así, podremos ser fértiles a otros.
Comparto contigo mi último ensayo: "Conciencia, morada del amor". Estará a la venta en las próximas semanas en www.hiareseditorial.com, www.trinidadlara.com, y Amazon, entre otros. En esta obra hay referencias bibliográficas muy interesantes para tan complejo tema y su relación con el propio autoconocimiento.
Muchas gracias por compartir. Un abrazo.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 23/11/2024 a las 09:19:15
Por cierto, el ensayo estará en la FIL de México: Stand JJ2-KK1
Sandra Peñasco González
Comentó el 22/11/2024 a las 22:00:15
Buenas:
¿Recomiendas alguna pensadora o filósofa a la que acudir en relación a la pedagogía del amor? Muchas gracias por tu comunicación.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 23/11/2024 a las 09:03:32
Buenos días Sandra,
Justamente acabo de terminar un ensayo en el que he transitado esta temática: "Conciencia, morada del amor" Estará a la venta en las próximas semanas en www.hiareseditorial.com, www.trinidadlara.com, y Amazon, entre otros. En esta obra hay referencias bibliográficas muy interesantes para tan complejo tema.
Por otro lado, me late que indagues sobre María Zambrano, magnífica ensayista y filósofa.
Mil gracias por tejer redes. Un abrazo.
Cindy Gabriela Alonzo Segovia
Comentó el 22/11/2024 a las 17:00:03
Esta perspectiva de ver la pedagogía desde la dimensión del amor, se me ha hecho altamente significativa. La óptica es universal como partida de un enfoque en la educación, que puede hacerse desde cualquier currículum escolar. Es importarte cuestionar cómo formar profesores para esta pedagogía, quienes tendrán la batuta de formar ciudadanos con sentido humanista.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 22/11/2024 a las 18:08:14
Mil gracias, Cindy. Toralmente de acuerdo. Ncesitamos desfosilizanos.
Te dejo pistas por si quieres seguir transitando:
Explico todo con más detalle en dos de mis ensayos: "Enseñamos lo que somos. Las alas del educador" y "Conciencia, morada del amor" (a la venta la próxima semana en www.hiareseditorial.com)
Un abrazo y mucho ánimo.
Gonzalo Monfort Torres
Comentó el 22/11/2024 a las 14:51:27
Hola,
en primer lugar quiero felicitarles por la comunicación. Me ha resultado muy interesante el enfoque y la temática que trata. Sin duda, me ha abierto los ojos a lugares de pensamiento acerca de la educación que no había transitado y que no habría transitado seguramente si no es por esta comunicación. Verdaderamente muy interesante y recomendable para cualquier docente.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 22/11/2024 a las 18:06:37
Mil gracias, Gonzalo. Te dejo pistas por si quieres seguir transitando:
Explico todo con más detalle en dos de mis ensayos: "Enseñamos lo que somos. Las alas del educador" y "Conciencia, morada del amor" (a la venta la próxima semana en www.hiareseditorial.com)
Un abrazo y mucho ánimo.
María Luz Fernández Bustelo
Comentó el 22/11/2024 a las 12:43:42
Hola Trinidad,
Me ha parecido muy interesante tu comunicación y la perspectiva que aportas a la educación para enriquecerla.
Un saludo,
María Luz
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 22/11/2024 a las 18:07:10
Mil gracias, María Luz. Te dejo pistas por si quieres seguir transitando:
Explico todo con más detalle en dos de mis ensayos: "Enseñamos lo que somos. Las alas del educador" y "Conciencia, morada del amor" (a la venta la próxima semana en www.hiareseditorial.com)
Un abrazo y mucho ánimo.
Samuel Asensio
Comentó el 21/11/2024 a las 15:02:39
Hola Trinidad, gracias por esta comunicación.
Ciertamente, la educación está tan orientada al logro académico que se acaba enseñando a pensar y actuar de una forma mecánica. Un enfoque, en el aula, más centrado en el autoconocimiento, en conocer los procesos mentales que acontecen cuando nos relacionamos o nos desenvolvemos en el mundo (como proyecciones, deseos de ser, de cambiar la realidad, etc...) ayudarían a desarrollar esa conciencia interior que nos llama a movernos por amor y no por egoísmo. Pero yendo a lo práctico, ¿qué formas o metodologías se te ocurre que ayudarían en ese camino? Sabiendo, cpomo dices, que lo primero es que el docente recorra ese camino para poder ayudar.
Grácias y ánimo con este proyecto.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 21/11/2024 a las 17:17:46
Hola Samuel,
Gracias por tus comentarios. Dentro de este paradigma de una educación más consciente, la metodología por excelencia es la meditación que, lejos de significados manidos, no tiene que ver con dejar la mente en blanco o levitar. Es sencillamente darnos cuenta sin el juicio del intelecto. Así es como pasamos de la fragmentación a la unidad amorosa. Es difícil llevarlo al aula si el educador no lo cultiva en primer lugar. No podemos generar conciencia, sin tenerla de nosotros mismos.
En un terreno más práctico hay múltiples acciones que podrían acontecer si prestamos atención: respirar, ralentizar nuestras acciones, hacer menos y mejor, escuchar el cuerpo que nos informa de numerosas necesidades sepultadas en el insconciente, anotar los sueños e interpretar su simbología, utilizar la naturaleza como aula, desaprender, pues no todo lo aprendido es positivo, ... Para todo ello estar atentos al vaivén mental sin adherirnos a él, es clave.
Explico todo con más detalle en dos de mis ensayos: "Enseñamos lo que somos. Las alas del educador" y "Conciencia, morada del amor" (a la venta la próxima semana en www.hiareseditorial.com)
Un abrazo y mucho ánimo.
Julio Hizmeri
Comentó el 21/11/2024 a las 13:51:52
Gracias por la comunicación, Trinidad. Me da mucho placer que las palabras amor y pedagogía sigan resonando juntas. Y también, educacipón y salud, quizás. Interesantes reflexiones que me hacen recordad a Humberto Maturana y otras y otros tantos. Saludos.
Trinidad Lara Daganzo
Comentó el 21/11/2024 a las 17:20:38
Hola Julio,
Mil gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo, la educación sin amor, es otra cosa. Maturana fue un gran pedagogo del amor.
Si te interesa el tema, te invito a adentrarte en mi ensayo "Conciencia, morada del amor" (a la venta la próxima semana en www.hiareseditorial.com y en Amazon)
Un abrazo y mucho ánimo.
Julio Hizmeri
Comentó el 21/11/2024 a las 19:16:56
Gracias, Trinidad, lo leeré. Saludos
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